miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sigo en mi línea, torcida

Querer y no poder; y no haber querido cuando podía.

Empezamos con eso de que "de los errores se aprende", pues sí, así estoy yo estrenando mis 22 -a penas hace una semana- y aprendiendo a base de palos, como va siendo la tónica desde hace algún tiempo. Con 20 y 21 creo que he cometido más errores que los que cometí cuando todo era nuevo a los 18 y 19 años en el mundo de la arquitectura. Debo ser de los pocos que va para atrás. Soy un rebelde sin causa, del cual me estoy empezando a preocupar. Porque el tiempo va pasando, tengo muchos objetivos y mis acciones no reflejan la lista de prioridades que persigo -y por la cual sigo mantenido por mis padres.- Esta vez ha sido -otra vez- un golpe duro y del que solo yo tengo la culpa. Me repito lo mismo: no sé por qué me pasa, pero me confío, me relajo y cuando quiero reaccionar ya es demasiado tarde. La próxima vez hay que ser constante, trabajar poco a poco, disfrutando y todo sale mucho mejor. O eso parece en mi mente, nunca lo he llegado a comprobar del todo. Se mire por donde se mire no tiene parte buena, mientras no haces lo que deberías hacer no disfrutas al cien por cien de lo otro, y cuando quieres intentar remediarlo es una avalancha de trabajo de la que pocas veces se sale vivo. No hay duda, el tiempo es lo más valioso porque es lo único que jamás se recupera. He tardado en asimilarlo cinco días, cinco, con sus días y sus noches. No sé si tengo ganas de trabajar sin parar aunque sea inútil o dormir todo el día. Espero que sea el último palo fuerte de la carrera, debería serlo, al menos por estos motivos. Creo que voy a sufrir un tiempo bastante largo las repercusiones de lo que no he hecho este último mes, y un mes en el que realmente tampoco he disfrutado porque tenía el run-run de que tenía que trabajar. ¿Ha sido un mes en blanco?
Me sabe mal por mi, por mi familia. Me culpo, y espero de verdad cambiar. Volver a sentirme en equilibrio, haciendo que la buena actitud guíe a los buenos resultados. Porque tengo capacidad, me gusta y se me da bastante bien. Es triste que teniendo capacidad de sobras y gustándome; me pase lo que me está pasando. Quiero aprender a ser consecuente con mis objetivos, quiero trabajar duro para volver a estar orgulloso de mi, sin preocuparme por los resultados, porque si lo hago bien, vendrán solos. Así que no sé como me irán los meses que me quedan en Chile. Llevo ya dos meses sin viajar y no viajaba porque debía trabajar, Estaba todo calculado Adrián... qué has hecho? Espero que este verano -que empieza en dos semanas- me despeje la mente, me de esa frescura que ahora mismo necesito y me impulse hacia una buena actitud, que es lo que más ansío.

Además llevo ya más de cuatro meses sin ver a mi familia, y me quedan todavía muchos para volver a ver a mi abuela. Cuando hablo con ella me sabe mal haberme ido, así que te pido perdón yaya, solo por el sufrimiento que sé que pasas debería tomarme esto mucho más en serio.

Y por último, si no sé ni lo que digo, ¿qué hago escribiendo esto?

Patagonia, Perú, Bolívia, Familia hasta pronto. Soy feliz con mi vida, pero hay veces que no es fácil verle la parte bonita.

Sigo en mi línea, torcida, pero siempre hacia arriba... (Rayden)

jueves, 19 de noviembre de 2015

Quiero ser arquitecto

Siempre es un placer entrar a una librería y chafardear un rato. Más cuando es una librería especializada en algo, en este caso, de arquitectura. La cantidad de emociones que sientes al descubrir un libro interesante, y cuando ni si quiera te ha dado tiempo a darle la vuelta para leer la contraportada, ver al lado otro más curioso, levantar un poco la vista, y otro título que te llama la atención, u otra portada de esas minimalistas tan llamativas para nosotros, etc. Y así hasta que el librero/a te empieza a mirar mal o hasta que se te ha ido volando un buen rato de tu tiempo y decides marcharte.

En este caso, el libro que logré abrir fue: Quiero ser arquitecto (para los que sueñan y luego quieren construir esos sueños) de Alberto Campo Baeza. Quien no sepa quien es Campo Baeza, es un reconocido arquitecto español, y destacado profesor de la ETSAM. Ha dado clase en muchas prestigiosas universidades y ha escrito varios libros.
Es un libro que no he leído todavía entero, pero que recomiendo mucho a quienes estén interesados en estudiar arquitectura -para ellos va dirigido- o quien esté en los primeros cursos. Es agradable de leer, te anima a querer ser arquitecto, te da consejos sobre "como" se estudia arquitectura, qué puedes ir haciendo antes de empezar los estudios, etc. En definitiva, es la versión mejorada de este humilde blog, mucho más poética, objetiva, breve y desde la perspectiva de un maestro con años de trayectoria en en mundillo, el oficio y la docencia.

Textualmente del libro:

SUBIR Y BAJAR ESCALERAS

La arquitectura es como subir y bajar escaleras. ¿Habéis subido alguna vez las escaleras de dos en dos escalones? Seguro que sí. También yo sigo subiendo, incluso las escaleras mecánicas del Metro, de dos en dos. ¿Habéis bajado alguna vez las escaleras de dos en dos? Seguro que no. Más que imposible es muy, muy peligroso. Nunca se me ha ocurrido hacerlo, ni en broma. Pues en arquitectura es lo mismo. Se pueden subir las escaleras de dos en dos escalones. Se puede estudiar con intensidad y aprender en menos tiempo muchas cosas. Trabajando y estudiando muy mucho se puede hacer la carrera de arquitecto en los 5 años previstos. No se pueden ni se deben bajar las escaleras de dos en dos escalones. No se deben hacer los proyectos ni construirlos con esa irresponsable velocidad. Se debe trabajar el doble, por lo menos, y emplear el doble de tiempo en proyectar y en construir algo que es para toda la vida. Hay que hacerlo con la velocidad, con la calma, con la que la miel se derrama por el borde del tarro. Despacito y buena letra, el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas, rezaba un antiguo dicho castellano. ¿Se entiende ahora que la arquitectura es como subir y bajar escaleras? Y también la vida.

A UN FUTURO ESTUDIANTE DE ARQUITECTURA

Quiero con este libro no tanto animarte a estudiar la carrera de Arquitectura, cosa que evidentemente intentaré si tú te dejas convencer, ni tampoco atiborrarte de datos que te hagan salir corriendo, sino decirte de la manera más sencilla posible QUÉ es ser arquitecto y POR QUÉ merece la pena serlo, que lo merece. Y CÓMO hacerlo. Y me gustaría decírtelo de la manera más sencilla posible. Por eso no quiero que este libro sea un ladrillo. Y como ya estamos en el tercer milenio y todos los de tu generación tenéis y usáis el ordenador como lo más normal del mundo, acabaré dándote una lista de links donde puedas completar esta precisa y concisa información que intento transmitirte.



Este verso del poeta inglés William Blake, que repito todos los años a mis alumnos al comenzar el curso, podría resumir bien lo que algunos pretendemos hacer a través de la Arquitectura: construir sueños. Creo que es lo que todos los que quieran ser arquitectos deben intentar. Soñar y hacer soñar a la gente. Levantar edificios que además de cumplir a la perfección las funciones para las que se construyen, y de estar bien construidos, y de ser muy hermosos, sean capaces de hacer soñar a los hombres, de hacer feliz a la gente que vive en ellos.



El libro sigue, se encuentra fácil por internet, pero no perdáis la oportunidad de leerlo físicamente, las palabras parece que llegan más adentro cuando se leen en papel...verdad?

Muchas gracias, soñadores.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Workshop WAUM 2015

Día de la clausura

Poco después de saber que venía a Chile desde Relaciones Internacionales de la ETSAB nos avisaron a los que íbamos a Chile de la celebración del VI WAUM al quue la ETSAB está cada año invitada. Un workshop organizado por Marco Beovic, de la Universidad Mayor de una duración de diez días de trabajo intenso cuyo objetivo es desarrollar un proyecto  variable en cada edición. En principio iba a ser en Temuco, ciudad al sur de Chile -700km al sur de Santiago-, donde nació Pablo Neurda y donde históricamente ha habido muchos asentamientos indígenas Mapuches. Así que se planteaba como una oportunidad de conocer una parte del territorio chileno y de la mejor manera, aprendiendo haciendo un workshop sobre el desarrollo de un plan maestro para un asentamiento mapuche en el territorio de un aeropuerto abandonado que antes perteneció a ellos. 

Desconozco por qué pero no pudo ser y se hizo en Santiago, trabajando sobre la intervención del Cerro Blanco, uno de los veintiséis cerros isla que integra el Gran Santiago. También como programa del proyecto proponer un Centro Ceremonial Mapuche.


BREVE INTRO AL CERRO Y SU CONTEXTO
Para los lectores que queráis entender algo más al ver los proyectos y las fotos que colgarán de la entrada os voy a poner un poco en contexto. Santiago cuenta con veintiséis cerros isla de los cuales solo dos están urbanizados. El Cerro Santa Lucía, en el centro de la ciudad, y el Cerro San Cristóbal, un cerro un poco más a las afueras pero igualmente muy accesible, muy grande y arbolado -plantados-; utilizado principalmente para hacer deporte. El resto de cerros isla están bastante en desuso, pero ya llevan años detrás de reactivarlos como áreas verdes. Justo el mes pasado cerró la convocatoria para un concurso de ideas sobre los cerros isla. El Cerro Blanco es un cerro situado muy cercano al Cerro San Cristóbal, a escasos 350 metros, y mide 110 metros de altura respecto al contexto. Está en la parte norte de la ciudad, por encima del río Mapocho, río que divide la ciudad en el sentido Cordillera-Océano. Está contiguo a la Avenida Recoleta, una arteria norte-sur articuladora de la ciudad, donde también pasa el metro por abajo y el cerro blanco cuenta con una parada con su nombre. Y en el entorno más inmediato del Cerro Blanco está el Cementario General -donde yace enterrado Salvador Allende- de Santiago, que cubre una gran extensión. También hay una gran influencia y cercanía de hospitales importantes en Santiago al cerro. El tejido urbano que se extiende entre el Cerro Blanco y el San Cristóbal es híbrido entre residencial e industrial. Destaca alguna torre de viviendas y solares vacíos con espacios de oportunidad.
Antes de la época hispánica el Cerro Blanco era un lugar importante para los Mapuches de la zona. Se encuentra en la falda del cerro unas Piedras Tacitas sagradas para ellos. En la actualidad hay un mini-asentamiento mapuche en una cantera del cerro, pero muy precaria e infra-utilizada. Al haber sido históricamente un lugar importante de la ciudad con las invasión católica se construyó una iglesia para imponerse sobre esa zona. También se utilizó el cerro para la extracción de piedras -blancas- para la construcción del Santiago Centro y son muy visibles las dos canteras que hubo.
En la actualidad hay una valla perimetral que envuelve el cerro y evita cualquier posibilidad de relación de la ciudad o el peatón con el cerro como área verde. Las aceras contiguas son estrechas y las entradas al cerro son escasas y mal puestas. La vegetación es arbustiva baja, a simple vista se ve un cerro seco, del color de la tierra que contrasta con el Cerro San Cristóbal súper arbolado artificialmente. Ya que el clima de Santiago no propicia el crecimiento de árboles grandes y verdes.

Cerros isla en relación a la ciudad de Santiago
Explicado esto, no voy a contar escribiendo mucho más sobre el proyecto, espero que las imágenes hablen por si solas. Sobre la experiencia sí que quiero hablar. Fueron unos días súper intensos, de bastante faena, pero sobretodo de aprendizaje y de experimentación. Se trabajaba en grupos de unas 8-9 personas con dos profesores por grupo. Y éramos cuatro grupos en total. El primer día empezamos a conocer el cerro, fuimos a verlo en directo y nos hizo una charla Teodoro Fernández. Un maestro chileno de la arquitectura que no conocía y es un amor de persona y tiene proyectos muy interesantes. Ganó el premio nacional de arquitectura el 2014.

Teodoro Fernández en la charla
Como representación de la ETSAB solo me animé yo, y para representar a la ETSAB de docentes vino Jaime Ferrer, profesor de proyectos de segundo curso. No nos conocíamos personalmente, nunca habíamos coincidido en clase pero nos llevamos muy bien. Es súper buena persona, exptremadamente educado y muy culto. El primer día cada profesor invitado daba una charla de presentación y lo hizo realmente bien. Resumió perfectamente lo que se aprende de proyectos en Barcelona y el como se abordan los proyectos que se aprende en mínimo tres años lo resumió en 45 minutos. Citando arquietctos, enseñando oras suyas, obras de otros arquitectos catalanes (o no) y ejemplos de ejercicios de alumnos de la escuela. Todos los participantes del workshop quedaron encantados con él, lo sé porque cuando hablaba con ellos y salía el tema, al ser solo él y yo de Barcelona, todos me decían lo mismo: un crack.

Jaime y yo el día de la clausura
  Los primeros días después de conocer ya el territorio tocó analizarlo y muy seguidamente empezar a proyectar. Eran solo diez días de trabajo por lo que no podíamos entretenernos mucho en nada. Más por casualidad que por disciplina nos pusimos de acuerdo bastante rápido todos en cómo debía ser el proyecto o hacia donde debía apuntar. Evidentemente sin llegar a mucho detalle, pero sí el concepto general y las diferentes intervenciones a proyectar. Mientras los demás grupos parecían más disciplinados, más ordenaditos y callados el nuestro era un descontrol de papeles, ejemplos, maquetas, mesas pero que acabó resultando. Cuando ya quedaban tres o cuatro días para la entrega nos empezamos a dar cuenta en mi grupo que íbamos bien respecto a los otros grupos, y pareció que la propia competitividad nos forzó a trabajar más -o mas serio-. Hubo un grupo especialmente que le costó muchos días encarar su propuesta.

Llovió la primera semana...vista desde la cumbre al cerro San Cristóbal

Trabajo y caos en nuestro grupo :)


trabajando-pensando-proyectando-aprendiendo

trabajando-pensando-proyectando-aprendiendo

Ejemplos, referentes, ideas, conceptos por las paredes de nuestra aula

La maqueta en proceso

Definiendo las ideas primero a lápiz

Y luego a digital...

Y maquetas del detalle en yeso! (una fracasó por mala mezcla)

La entrega final era en forma de presentación power point con exposición de las maquetas y explicando el proyecto. El primer grupo es el que tenía quizás un proyecto menos sólido pero lograron disimularlo al hablar un poco de todo sobre el cerro, más que enseñar lo proyectado. El segundo grupo, desde mi punto de vista, eran los que tenían el proyecto más interesante -junto con el de mi grupo- y supieron explicarlo muy bien. Cada persona "especializada" en un tema explicaba lo que sabía pero supieron organizarse bien para que no pareciera un caos. El tercer grupo tenía un proyecto visualmente interesante pero tal vez incoherente con lo que dijeron y sin un objetivo o meta clara. Creo yo. Y por último mi grupo. Decidimos que hablaran solo dos o tres personas, para evitar monotonía pero que a la vez no pareciera un circo diciendo cada uno una cosa. La presentación había quedado muy bien, todo seguía el mismo estilo, el proyecto era coherente, las plantas y secciones muy trabajadas, cada acción o decisión justificada, etc. Al momento de explicar fue un absoluto desastre. Estábamos todo el grupo en el escenario del auditorio y no entendía como no estaban explicando lo que tocaba explicar, con lo fácil y directo que era. Pasaban muy rápido y sin explicación cosas fundamentales o se entretenían a explicar cosas que iban casi improvisando -o no ligando- mientras hablaban. No es una crítica. Aprendí una lección: si tienes claro como explicar una cosa, habla tú, porque si le dejas al resto...puede pasar lo que pasó -jajaja- Por vergüenza que te de. Y no penséis que era el líder ni mucho menos. Creo que todos sabíamos lo mismo sobre los motivos de las acciones. Por un tiempo AQUI podéis descargar la presentación power point.

Maqueta detalle del mirador-intervención en la cantera con vistas al cementerio

Maqueta queyeso no llegó a fraguar nunca

Maqueta con la intervención

Maquetas del Grupo3.

Proyecto del Grupo2. Donde estaba Jaime.

Convite de clausura...y más

Con Susan, Marco y el diploma

Gracias a los alumnos de mi grupo: Jan, David, Estefanía, Helena, Luz, Carolina, Simón, Cristóbal y Pablo. Todo un placer haber trabajado con vosotros, y como ya hemos hecho, espero nos sigamos viendo por Santiago el tiempo que esté aquí. También gracias a los súper profes de mi taller, sabios consejos, ideas y referencias: Susan de la IIT Chicago y Marco Beovic, de la UMayor y director del Workshop. Y gracias a todos los demás que conocí en el workshop, creo que todos disfrutamos mucho en un workshop tan serio y con espacio para la diversión también! Fueron "mansos" días!!! :)

jueves, 27 de agosto de 2015

Josep Ferrando sobre Latinoamérica y Europa

ENTREVISTA A JOSEP FERRANDO, 

PUBLICADO ORIGINALMENTE POR FREDDY MASSAD EL 26 AGOSTO 2015 EN LA VIGA EN EL OJO 
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Breve comentario mio: Encuentro muy interesante la entrevista por ser tan reciente y tratar muchos temas interesantes, entre ellos la relación de la arquitectura (o los arquitectos) de Europa-España-Barcelona-ETSAB en Latinoamérica. Creo que dice cosas interesantes y muy veraces sobre el cómo nos en los sudamericnos a nosotros, y qué actitud tomar nosotros al respecto. Un motivo más por el cual estoy contento de haber elegido este destino para el intercambio. También destaco cuando hablan del rol del arquitecto en la sociedad y como deberia ser su forma de trabajar...poniendo como ejemplo el Médico; haciendo clara alusión al concepto de Arquitecto de Cabecera, surgida en la ETSAB hace 3 años. Recuerdo que Ferrando es profesor en Habitatge i Ciutat, el GRAN curso de proyectos de tardes de tercero en la ETSAB.
P.D.: En breves publicaré la entrada de lo que fué el WAUM 2015, una muy buena experiencia! Intentaré que a partir de ahora las entradas tengan más fotos! Estoy haciendo una optativa de fotografia...a ver si sirve de algo! jaja :) 
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Entrevista a Josep Ferrando
Durante los últimos cinco años, la actividad profesional del arquitecto Josep Ferrando se ha desarrollado en Europa y Sudamérica. La oportunidad de conversar con él permite abordar temas sobre la constante presencia de la energía del aprendizaje para el arquitecto: la ampliación de perspectivas que brinda el acercamiento franco y el diálogo con otras realidades, la trascendencia de desempeñar una tarea docente y el concepto de ‘construcción’ como eje crucial de su arquitectura.
Has tenido la oportunidad de viajar entre dos mundos que en realidad no son tan similares como queremos pretender que sean. ¿Qué aprendizajes valoras en particular de tu relación con Iberoamérica?
Mi experiencia personal en Latinoamérica me ha permitido aprender cómo se involucra la gente en las universidades, y arquitectos y profesores en los trabajos del proyecto, incluso con la sociedad. Pondré algunos ejemplos: me parece ejemplar la Escola da Cidade de Sao Paulo, una universidad fundada por arquitectos. Es de hecho una especie de cooperativa de profesores arquitectos procedentes de la universidad pública, diseñada por Vilanova Artigas, y que deciden crear una universidad cuyo proyecto de partida sea la regeneración de un barrio: el centro histórico de Sao Paulo. Eligen un edificio de 1942 de Oswaldo Bratke y van ocupándolo y regenerándolo a medida que va aumentando el número de estudiantes.  La Universidad pivota en torno a esta actitud.  Que la Universidad se haya planteado como cooperativa permite evitar que todo gire en torno a determinadas burocracias.
Otro ejemplo, también relacionado con esta Escuela: hace un año, se promulgó en Brasil una ley por la cual todo docente debía tener una maestría. Dado que muchos profesores carecían de esta titulación, lo que les invalidaba para ejercer la docencia, se decidió entonces que quien contara con el título de máster organizase un curso específico para los demás profesores de la Escuela. El programa de esta maestría es la enseñanza de arquitectura. El máster cuenta semanalmente con un conferenciante que habla de cómo enseña y por qué enseña de esa manera en relación, evidentemente, con el  territorio en que trabaja.
En la Universidad de Talca (Chile) el proyecto final de la carrera de cada alumno revierte hacia la sociedad o la comunidad, que es de hecho quien está costeando parte de sus estudios, y consiste en construir, por ejemplo, una estación de autobuses o una pequeña iglesia de exterior.
Estos ejemplos hablan de mecanismos que, en mi opinión, son eficaces porque confluyen el ejercicio de la profesión y las demandas de la comunidad.
Es verdad que en España tenemos definido un determinado orden pero a veces nos ata demasiado las manos. No nos permite ser ni ágiles, ni flexibles, ni rápidos en determinados momentos, como la crisis que ahora mismo afrontamos. Las escuelas de arquitectura, sus planes docentes… han cambiado poco en relación con la crisis que estamos viviendo porque todo depende de un orden burocrático.
Cuando me trasladé a España, hace ya diecinueve años, comprobé que había un conocimiento muy pobre de la arquitectura iberoamericana. En Argentina los referentes eran EE.UU y Europa. Europa probablemente se miraba sobre todo a sí misma, quizá también un poco a EE.UU. Te desplazas a Iberoamérica justo cuando Europa comienza a observarla también y a tomarla como referente. Sin embargo, ¿no percibes que hay un exceso de romanticismo utópico en algunas de esas miradas?
Sí. Se incurre en clichés y siempre se acaba observando únicamente a uno, dos o tres personajes, asumiendo que estas pocas figuras suponen una representación de la totalidad.  Al organizar una conferencia en Europa e invitar a alguna de estas figuras se asume como el hecho de estar ofreciendo una visión total, cuando la realidad está compuesta por otras muchas.
Personalmente, me interesan más los arquitectos que son mucho más invisibles desde Europa que aquellos que son muy visibles. Por detrás de aquéllos hay arquitectos que están mucho más presentes en la arquitectura de Latinoamérica. A mi parecer esas figuras más destacadas no dejan de representar un cierto iconismo, mucho menos evidente que el que vivimos en Europa y que en su momento fue económico, formal…, pero que allí también se produce, con una expresión propia.
En España, más que en Europa en general, están imponiéndose actualmente como moda cuestiones que en Latinoamérica son de hecho necesidad. Observo que entre ciertos sectores de aquí se ha emprendido la adopción de cierta imagen de lo povera que en Latinoamérica existe porque es la forma habitual de construir.
Mi crítica hacia estas figuras prominentes que se erigen, como dices, en supuestamente paradigmáticas es que vienen a ofrecer un discurso que Europa quiere complacerse en escuchar. No es un discurso muy crítico respecto a determinadas cuestiones y, en efecto, la palabra personaje  que empleas resulta apropiada porque adoptan una identidad y una pose personal que, a mi entender, en absoluto beneficia al resto de sus colegas, ni plantea una interpretación realista sobre el contexto del que proceden.
Revirtiendo un poco el sentido de esta pregunta, ¿cómo crees que es percibido, por ejemplo, en Sao Paulo o Buenos Aires un arquitecto europeo que viaja a trabajar allá?

Al principio se palpa una cierta sensación de admiración, de ese respeto hacia el que procede del lugar que se considera el referente.  Pero creo que uno es capaz de dar más si huye del permitir ser tomado como un referente. Uno rinde más si escucha, si indaga más en aquello que les interesa en concreto de la arquitectura de España, de Europa.
Barcelona constituye un referente importante en Latinoamérica, pero lo que me interesa en relación al  interés que pueda haber por éste es examinar qué es posible trasladar allí de ese modelo porque no se puede dar una Barcelona en Buenos Aires, por ejemplo, ni viceversa. Yo creo que el proceso consiste en ver qué es lo positivo que ya existe y trabajar desde actitudes similares pero aplicándolas a las características específicas.

Campus Universitario en TortosaCampus Universitario en Tortosa. (Fotografía: Pedro Pegenaute)

Estarías hablando de diálogo, de comunicación. Creo que esto es el elemento del que se carece en gran medida.  Cuando alguien viene a explicar cosas a Europa, emite un monólogo. No siempre, pero sí es casi la regla general en el caso de estas figuras protagonistas a las que nos referíamos antes. 
Según tu propia experiencia y opinión, ¿cómo hacer que la docencia aluda a cuestiones necesarias, de forma que sirva para construir una conversación que permita una reciprocidad en las aportaciones?
En Europa hay una clasificación además muy neta: técnicas, politécnicas…Unos clichés muy definidos y de los que es muy difícil alejarse.
Estos últimos cuatro o cinco años conociendo Latinoamérica  me han permitido aprender el valor del diálogo. Entender que cuando voy a ofrecer una charla no voy a monologar indicando qué está bien o qué es lo que debería hacerse. Prefiero ir a compartir mi experiencia, mi forma de vivir en relación con la arquitectura y creo que eso es bien recibido.
En uno de mis primeros viajes coincidí en Brasil con Franco Comerci, arquitecto y profesor en Uruguay. Alguien del público, creo recordar que era europeo, hizo un comentario y Franco, una persona  fantástica, le respondió: «Pero si el colonialismo ya se ha acabado». Tengo la impresión de que según qué tonos, según qué discursos, pueden percibirse muy peyorativos en Latinoamérica. Indudablemente hay que evitar esas actitudes como de neocolonialistas que creen que van a aleccionar, a enseñar qué hay que hacer.
Totalmente de acuerdo con ello. Aunque sí creo que es patente un cierto sentimiento de inferioridad que permite estas actitudes de condescendencia o paternalismo por parte de algunos europeos al ir a Iberoamérica.
Es verdad. Es una actitud que desagrada pero que a veces, sin embargo, determinadas personas buscan. Yo prefiero la actitud opuesta. Prefiero ir a explicar mi trabajo sin plantear las cosas como resultados finales, como si estuviese explicando una receta, sino que intento compartir la explicación de cómo cocino. Intento describir los componentes y factores que inciden en una situación concreta aquí, que no son directamente trasladables allí. Es de hecho a través del diálogo como comprendo cuáles son los tipos de situaciones que se están produciendo allí.
¿Qué diferencias percibes dentro del ámbito docente, en la relación profesor-alumno, en las metodologías…respecto a Iberoamérica y Europa?
Creo que ése es un ámbito donde las similitudes son cada vez más próximas. También pienso que es una cuestión que tiene más que ver con el tipo de universidad  que con el país o el continente. Hay que tener en cuenta que en las universidades privadas los grupos suelen ser más reducidos y esto permite una mayor proximidad con el alumnado.
Lo que yo valoro en particular de la universidad pública es que el alumno comprende muy claramente que el profesor no es el único mecanismo de aprendizaje, sino que lo son también sus compañeros, la biblioteca, películas de cine que recomienda el profesor, el libro que sugiere otro alumno. El estudiante es consciente de que el tiempo de contacto con el docente va a ser inferior al esperado por lo que debe nutrirse de mucha más información que aquella que el profesor provee y que no va dirigida, según el estudiante cree, directamente a él.
En la universidad privada el alumno es más estanco en ese sentido del aprendizaje. Aprende en relación con  aquello que está dirigiéndose directamente a él pero le cuesta más entender que lo otro es también algo que tiene que ver con él.
De hecho es más fácil aprender cuando no te miran que cuando te están mirando.
En España llevamos ya siete años de crisis. Creo que en arquitectura se está produciendo más posturas que reacciones, actitudes que disimulan mientras se deja pasar el tiempo y se espera que la situación anterior se recomponga. ¿Crees que nuestra generación, la de arquitectos que hoy tienen entre 40 y 50 años, ha aprendido realmente algo?
Creo que sí. Creo que será muy difícil que, con lo aprendido, se retroceda a aquel punto previo a la crisis. Supongo que se ha entendido que no es necesario llegar a aquellos límites, aunque se vuelva a disponer del poder económico, político…etcétera, necesario para hacerlo.
Me parece que ha cambiado la forma de comprensión de las cosas. También porque a nosotros no se nos regaló nada. Casi todos nosotros comenzamos nuestra actividad profesional tomando parte en concursos.  La generación de arquitectos que hoy tiene 60 ó 70 años podían telefonear al alcalde cuando tropezaban con un problema concreto, porque el alcalde era un amigo que había ido con ellos al colegio…No quiero decir con ello que se tratara de situaciones de amiguismo, sino que el ámbito profesional estaba formado por un grupo de profesionales mucho más reducido y el trato se planteaba en esos términos.
Nosotros, en cambio, desde que creamos nuestro estudio estamos concursando – lo que no sólo significa desarrollar la mejor propuesta sino también acostumbrarse a trabajar con presupuestos muy ajustados y que son concursos de administración pública−. Estamos ya habituados a trabajar con recursos limitados, plazos muy acotados… algo que articula un engranaje que no se altera cuando surge la oportunidad de desarrollar un encargo de carácter privado. Ante tal caso, es muy difícil que reacciones decidiendo gastar diez veces más, por ejemplo, porque los mecanismos de trabajo que ya has interiorizado, y tu arquitectura, ya están ligados a ese conocimiento sobre adecuación estricta a presupuestos, materialidad, sistemas constructivos.

Comisaría de policía en Salt.
Comisaría de policía en Salt. (Fotografía: Adrià Goula)

Me preocupa que entre las generaciones más jóvenes continúe implantada la veneración hacia la figura del arquitecto hegemónico. Creo que es muy necesaria una reflexión que revise y actualice la figura del arquitecto  con seriedad, no desde reinvenciones inconsistentes.
Hay un peligro en esa misma frase que ahora mismo suele usarse con frecuencia: «debemos ocupar la posición que tenemos». Esa misma expresión lleva ya implícitas cuestiones que creo necesario rechazar. ¿A qué posición se refiere? El arquitecto es un ciudadano más, que desempeña una profesión que sirve a la sociedad, al igual que lo hacen otras tantas profesiones. «Ocupar una posición» parece llevar implícitamente asociada la errónea idea de ocupar una silla de poder.
Los arquitectos siempre hemos eludido estar en lugares de toma de decisión. Pero no por falta de capacidad para ello, sino porque la arquitectura es un elemento que apenas se incorpora en las decisiones generales que conciernen a la sociedad. No abundan en lo más mínimo los arquitectos dedicados a la política que pudieran representar a la arquitectura en el momento de la definición y decisión de leyes.
Mi opinión sobre el tema de colectivos y proyectos participativos que ahora mismo se plantean como formas de acercar directamente la arquitectura a las realidades y necesidades sociales, es que lo importante no es que el arquitecto haga aquello que le pide una comunidad vecinal sino saber preguntar bien a dicha comunidad. Debe ser capaz de saber preguntar, de saber observar. En todo buen proyecto siempre hay un mérito del cliente: que ha sabido explicar al arquitecto cómo vive  y concretar cuáles son sus necesidades. El cliente ha sido capaz de formular una buena pregunta a la que tú, como arquitecto, debes procurar dar respuesta. Sin embargo, en muchos casos, esos proyectos participativos dan directamente la respuesta y no formulan pregunta. En ese punto es en donde, a mi ver, radica su error y por lo que considero necesario que la arquitectura debería encontrar modos correctos de representación en diferentes escalas.
Tenemos ahora mismo dos perfiles hegemónicos reconocibles: por un lado, el de ese arquitecto que se siente todopoderoso y al que la sociedad le trae de hecho sin cuidado, y que no es consciente a su vez de que a la sociedad él también le importa bien poco. Y por otro lado está esa posición que es el polo opuesto, creo que erradamente literal, de ese autoritarismo y que parece considerar que la capacidad de juicio que otorga el conocimiento de la arquitectura no basta y cualquier decisión debe debatirse y decidirse de manera casi asamblearia.
Un médico toma decisiones porque es consciente de que posee el conocimiento para hacerlo.  Por supuesto, el buen médico va a escuchar con suma atención a su paciente pero no va a poner en manos de éste decidir qué tratamiento necesita que se le aplique.
Por ese motivo es tan importante el hecho de preguntar. El médico pregunta al enfermo dónde y cuándo le duele, en qué posición está cuando siente el dolor. Después, para poder efectuar correctamente el diagnóstico, lleva a cabo pruebas y análisis que proporcionen más respuestas respecto a aquello que él ha preguntado y el paciente le ha explicado y, posteriormente, decide cuál es el tratamiento que precisa.
La arquitectura debería tener poder, pero no en la connotación negativa y autoritaria de poder, sino para  reflejar su manera de pensar y actuar en la mayor parte posible de estamentos y esto es algo que considero que no se produce.
Sí es cierto que en periodos en que la situación económica ha sido más favorable no ha habido arquitectos situados en ámbitos de poder que hayan evitado que las ciudades se hayan convertido en una parcela para cromos de arquitectos internacionales. Es decir, cuando ha habido arquitectos con determinado poder para decidir, estos no han dado prioridad a la arquitectura sino a unas cuantas figuras arquitectónicas.
Hemos pasado de la construcción de esas ciudades con ícono, sobre las que ahora tantos (que fueron sus artífices) se tiran de los pelos…
Sí. Esos que hoy reniegan eran los primeros que salían en la foto.
…a esta sociedad del espectáculo que banaliza todas las cuestiones, y ahora creo que desde una forzada postura como de anti-espectáculo. Un proceso participativo que puede suponer aprendizajes sobre cómo plantear alternativas a los procedimientos convencionales queda banalizado porque se trata de que todo converja finalmente en un eslogan efectista (pero vacío en realidad de contenido), el discurso de un arquitecto que propone otras posibilidades de interpretación y lecturas también queda banalizado al convertir a ese arquitecto en otro producto de ese reciclado star-system hecho de supuestos anti-divos. En esa misma categoría tenemos también esos procesos donde se ‘artistifica’ la arquitectura llevándola al terreno de la performance, la escultura…
En mi opinión, a medida que acercamos más la arquitectura a lasperformances la alejamos cada vez más de la sociedad y de la posible relación de los arquitectos con ella.
En el tercer curso de «Habitatge i Ciutat» (Vivienda y Ciudad) que impartimos en la ETSAB desarrollamos un ejercicio que se llama «Arquitectes de capçalera» (Arquitectos de cabecera).  Reunimos casos que afectan a un barrio o unos ciudadanos que, por ejemplo, a lo mejor sólo necesitan que se pinte el patio interior del edificio donde viven porque con ello ganarían más luz. O detalles tan puntuales y simples como reorganizar un piso para que puedan  ubicar la bombona de butano en otro lugar de la casa, en lugar de en el balcón, para así poder disfrutar de éste como de un ámbito semi-exterior. Pequeños gestos de este tipo dan valor a la arquitectura en relación con el  ciudadano. Permiten que el ciudadano constate que con una acción bien planteada puede beneficiarse de la mejora sustancial que pueden aportar detalles mínimos.
Sin embargo, esas performances suponen colocarse al otro extremo.
Así es, y paradójicamente lo hacen sustentándose en un discurso que pretende sostener un acercamiento a esas necesidades cotidianas y primordiales de la sociedad.
Cada año invitamos al curso a Aureli Santos, un arquitecto que desde la administración está llevando a cabo una tarea muy importante. Siempre relata su trabajo desde la experiencia sin eludir abordar las complicaciones que implica gestionar desde la administración y trabajar para el barrio aunando la buena arquitectura con las necesidades reales.
Creo que uno de los valores principales del trabajo que Aureli desempeña es definir cómo lidiar entre necesidad y la elección del arquitecto, para precisamente anteponer la arquitectura al arquitecto.

Pabellón en Barcelona
Pabellón en Barcelona. (Fotografía: Eugeni Bach)

Estuviste a cargo de uno de los pabellones que se construyeron en Barcelona dentro del proyecto BCN.RE.SET, con motivo de la conmemoración del Tricentenario el año pasado. A mi entender, ésta fue una iniciativa que partía de unas premisas muy cuestionables como la de seguir recurriendo al mismo listado habitual de nombres de moda para dar prestigio al proyecto, de una manera que parece dar mayor valor a éstos que a la capacidad de los actores locales.
Trabajamos en el pabellón que se ubicó en la Plaça Nova y que hablaba sobre la identidad. Como tutores del proyecto, Eugeni Bach y yo pusimos como condición que fuese un proyecto enteramente académico, es decir: pedagógico, que fuera de utilidad para los estudiantes. Debía ser construido por los estudiantes, no podía ser encargado a ninguna constructora.

viernes, 21 de agosto de 2015

Tosca, pero a la vez poética

Hola a tod@s!

Sí, ya estoy en Chile. De hecho, llevo 23 días ya aquí. Todo va sobre ruedas. Espero no hablar mucho sobre mi vida personal e intentaré centrarme sobre la arquitectura y lo que me pasa por la cabeza respecto la arquitectura.

Ya comenté en la entrada de la solicitud de intercambio el por qué Chile, aún así quiero volver a hablar sobre ello. Ahora intentando dar respuesta a los propios chilenos -que me sorprende lo poco que valoran su país- cuando me preguntan: ¿Y por qué a Chile? Y sigo sin saber darles una respuesta clara, y tampoco quiero encontrarla, la verdad. 

¿A caso no saben de la buena -merecida- fama que tiene la arquitectura chilena los últimos años? Por esto, por ser Sudamérica y por su geografía son sin duda los tres puntos claves que me hicieron decidirme por este destino.

Navegando por un mar de pestañas en el explorador de internet en busca de saber nun poquito más de la arquitectura chilena de los últimos años y sus arquitectos me he encontrado con un artículo de Los Angeles Times bastante interesante y muy reciente (17 de mayo). 

Pinchar en la imagen para leer el artículo de LA TIMES escrito por Carolina A. Miranda. 
"Chilean architects have begun to exert an influence well beyond the size and scale of their string-bean nation."

“There are enough people working here in a way that shifts the art,” explains Aravena, sitting in the middle of his firm’s buzzing Santiago offices. “There is healthy competition and there is critical mass. When you have a critical mass, you are not alone in trying to push boundaries.”

“If there’s an aspect that you can recognize as Chilean, it’s the way architects work with materials,” says Undurraga. “It’s very direct. It’s simple. In Chile, we have made a virtue out of poverty.”

“Because Chile is so far, you don’t have to be on top of the trends,” Aravena says. “It means you look to what is close to you — you really pay attention to questions of landscape and materials and labor.”

“All of a sudden, we’re talking about intervening in areas of the capital that hadn’t been touched in 80 years,” says Undurraga. “In the ’90s, there were a lot of contests and they were very important. It had the effect of giving a lot of space to young architects.”

“Architects [here] start building young and often do things like build their own houses with their own hands,” says Radic. “That’s something you can’t really do in the U.S.”
“I like to say I do construction, not architecture.” Radic, with a mildly  sense of humor.


Arq: Mathias Klotz 
Arq: Rodrigo Duque Motta y más. Foto: Fernando Guerra
Arq: Smiljan Radic Foto: Nico Saieh
Arq: Alejandro Aravena Foto: Nico Saieh
Arq: Smiljan Radic Foto: Iwan Baan
Arq: Undurraga Devés
Arq: OF Arquitectos, Francisco Cepeda



Arq: Teodoro Fernández




CAPITAL.CL La generación dorada de la arquitectura chilena (click en la imágen, súper interesante)


domingo, 10 de mayo de 2015

Urbanismo de tercero

Hola! 

Quería hacer un apunte sobre urbanismo en la ETSAB en general (ya que he cursado los 3 cursos, es decir, los 6 cuatrimestres que hay de urbanismo en la carrera. Todos de mañanas.) y dar un consejo o mejor dicho, una opinión que a mi me hubiese gustado conocer antes de matricularme en tercero de mañanas. 

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Revista Laboratori d'Urbanisme de Barcelona

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* Interesante página web del departamento. 

BREVE RECORDATORIO DE URBA DE SEGUNDO:
De Urbanística I ya hablé en un post, me parece un curso muy interesante sobre la ciudad de Barcelona como introducción al urbanismo y a saber entender las ciudades, y en concreto la ciudad donde vivimos y/o estudiamos. Tuve a Alejandro Giménez, como comenté, un tío muy activo y que te hace currar pero se aprende un montón. Ten enseña a pensar y a trabajar. Urbanística II sigue siendo de análisis, interpretación de ciudades, calles y esas cosas más que de propuestas. No me gustó demasiado porque tuve de profesora de taller a Marta Bayona que como arquitecta me parece bastante buena, pero en clase no enseñaba nada. Me arriesgaría a decir que no aprendí nada con ella. Debo decir que fue un cuatrimestre un poco afectado por movilizaciones en contra de los recortes y el calendario se vio un poco afectado. El último ejercicio acabó siendo una especie de intervención efímera en ligera relación a las movilizaciones y acabó con la entrega de un vídeo expuesto el último día de curso, etc.  En definitiva, no la recomiendo para nada...me sabe mal hablar mal de una persona, que repito, es buena arquitecta, pero en esos tres meses que llevaba el taller en mi clase de urbanismo...mal.

Urbanismo III la hice de mañanas, con el profesor Xabier Eizaguirre. El programa de curso para empezar no era muy atractivo. Iba otra vez del estudio e intervención de calles de Barcelona. Lo que habíamos estado haciendo el año anterior. El profesor empezó gustándome porque era muy diferente a los dos anteriores. Habla mucho y dice cosas muy diferentes al resto, que al principio hacen gracia -luego cansan-. Acabé el curso sin que me gustara, porque a la hora de proyectar (de corregir el proyecto en el taller) no veía sus correcciones objetivas ni sabía bien bien hacia dónde encaminar sus críticas a las propuestas. Y no daba a penas ejemplos o referencias. 

Después de esta "mala racha" en Urbanismo II y III llegó la IV. Con un programa más atractivo, el diseño de un ensanche (por fin!) en Potsdam. El profesor que me tocó fue Sebastià Jornet, muy buen profesor y muy buen arquitecto -urbanista-, socio del reconocido estudio JLP (Jornet Llop Pastor). Dio la casualidad que en el taller éramos pocos (unas 6 parejas) y 4 de ellas éramos amigos entre nosotros. La sensación fue parecida a la que he comentado algunas veces en el blog que me pasó con Badia. Por fin noté que me estaba enseñando una persona que trabaja de esto y que ha hecho muchos proyectos de estos y con larga experiencia también como docente. Sus clases son amenas, puntualiza mucho las correcciones, sabe enfocar las correcciones y los proyectos, y sabe guiarnos para aprender. Enseñando ejemplos, proporcionando datos, haciendo comparativas en clase para que entre todos aprendamos más del lugar o de otras maneras de hacer, etc. En definitiva, hablando durante las clases de taller sobre el ejercicio, sobre ejemplos o sobre anécdotas acabé aprendiendo y disfrutando mucho del curso. Además acabé muy contento con el resultado final del ejercicio. Recomiendo tener a Sebastià como profesor en alguna de las "urbas" que hay, en especial en la que es de hacer ensanche, ya que comparando con las correcciones y ejercicios de otros compañeros es el mejor en este aspecto (para mí). Otra cosa que quiero destacar de él es que el primer día de taller, antes de empezar con el tema de proyecto, se presentó hablando un poco de su vida (de donde era, su familia, su trabajo, aficiones, etc) y cada uno de nosotros tuvo que hacer lo mismo (explicando de dónde éramos, si vivimos con los padres, por qué estudiamos arquitectura, que nos gusta más de arquitectura, aficiones, cualquier cosa que explique un poco de ti en realidad). Eso no lleva ni media hora de tiempo hacerlo y creo que el darte a conocer así a un profesor hace que te él te conozca más y pueda entenderte y enseñarte mejor durante todo el curso, y que tu sepas esas cosas de él, hace que tengas más empatía también. También explicó una anécdota curiosa: él recomienda a la gente que duda qué estudiar a estudiar arquitectura porque tocas muchas cosas, pero sin embargo a sus hijas les dijo que por favor no estudiaran arquitectura...jajajaj

Urbanismo V (de cuarto) se plantea ya como el último curso de urbanismo de la carrera. ya no eres novato, ya llevas dos años y debes demostrarlo. Se planteaba interesante con otro ensanche por desarrollar en Palma (Mallorca) y un previo ejercicio de interpretación y diseño del espacio vacío: la plaza. Me tocó con Carles Crosas. Me parece un profesor que está a la altura, sabe mucho y sabe decir las cosas claras. Es durillo muchas veces pero a mi me suelen gustar los profesores un poco duros y estrictos, así que bien. Durante el curso, sobretodo al final, no seguí al 100% las clases del taller debido a que hacía prácticas por la tarde y tuve que cursarla solo, sin la pareja con la que había hecho las 4 anteriores urbanísticas, como comenté en la entrada de noviembre. Al final, aplicando lo que había aprendido y las (dos) correcciones que me había hecho Carles salió -creo yo- una buena propuesta en cuanto a planteamiento pero que que podía haber estado más desarrollada y trabajada de cara a presentarla en la entrega.
Además Carles es el encargado de las relaciones internacionales de la ETSAB con Chile, lo sabía desde principio de curso y aún así no fui hábil de aprovecharlo al no estar 100% involucrado en el taller. Aún así me llevo bien con él y me reconoció que le hubiera gustado no conocerme para seleccionarme para irme a Chile (queriendo decir que el conocerme no ha sido un punto a favor para mí, al no haber sido un estudiante del todo ejemplar los meses que he sido su alumno)

De Urbanismo VI ya hablaré en una entrada específica. La hago con Álvaro Clua, profesor muy joven, muy sabio y con mucho interés. Ideal para proyectos de investigación/interpretación más que para proyectos de ensanche. 

EL CONSEJILLO (QUE NO SE ME OLVIDA!):
Ahora quiero comentar que no hay ni un curso de urbanismo donde nos enseñen aspectos "técnicos". A hacer carreteras, tratar la topografía, etc. En urbanismo de tercero de tardes sí que lo tratan, lo veo súper interesante y es una lástima que no lo haya podido aprender. Porque para mi hasta la urbanística IV todo ha sido análisis de calles, tramas y ciudades. Todo muy ambiguo, que está muy bien pero no hacen falta tres cuatrimestres analizando e interpretando urba! Hablo aunque no pueda hacer marcha atrás en el tiempo...haría Urbanismo III (la que hice con Xabier Eizaguirre) de tardes, para aprender esas cosas tan interesantes y diferentes al urbanismo que se aprende de mañanas. Y Urbanismo IV (el ensanche) la haría con Sebastià Jornet, de mañanas. De todas maneras Urbanismo IV de tardes también es hacer un ensanche, cambia el emplazamiento respecto mañanas, pero no el ejercicio. No sé si eso es posible por el tema que las urbanísticas (como proyectos) van en "packs" de dos. Si se pudiera, lo veo la mejor opción. 

Otros profesores que no ha tenido pero que me hubiera gustado tenerlos son: Bellmunt, Parcerisa y Español. 

Dibujo de Manuel de Sola-Morales. Homenaje en Papers 03/2012 del D'UR (etsaB)

En conclusión, estoy muy contento con los profesores que me han tocado en los cursos que se trataba de diseñar un ensanche, que son Sabastià Jornet y Carles Crosas. Y con el profesor que me introdujo al urbanismo cuando no tenía ni idea: Alex Giménez, con el que guardo una buena relación.

Y muy descontento con los que ya he nombrado, que me sabe mal volverlos a nombrar para criticarlos. 

Espero que os sea útil, y si ya habéis cursado alguna urba, comentad si estáis de acuerdo con lo que digo o pensáis totalmente diferente... Si habéis tenido otros profes que también os han gustado mucho, o muy poco...y esas cosas! 
Hasta la próxima!!!! : )

martes, 28 de abril de 2015

miércoles, 15 de abril de 2015

De reojo

Hay veces -casi siempre- que vale la pena no dedicarle tanto a algo tan insignificante como un trabajillo para la universidad. Me sorprende ver como en las horas libres de los estudiantes, la mayoría corren en busca del mejor sitio para ponerse a trabajar con sus portátiles, y seguir avanzando ese trabajo que les quedará tan estupendo. Donde dos o tres horas más algo harán pero poco lo mejorarán; y en cambio, qué poca gente se interesa por aprender arquitectura. Y no soy ejemplo de nada, más bien al contrario, pero no sé, noto que estas ganas de "rebeldía" me hacen ser más crítico y querer aprender más y cosas más útiles. La de charlas, conferencias y exposiciones interesantes que hay sin salir de Barcelona es impresionante, y es una lástima no poder ir por tener que estar haciendo un trabajo. A veces me satisface, al salir de clase, ir sin prisa a la biblioteca. Meterme en un pasillo entre libros, empezar a sacar los que me llaman la atención por algo y cuando ya me pesan demasiado ir a una mesa, ponerlos en un montón y empezar por el primero. Luego no suelo pasar del primero, es mucho rato ojear un libro pero el simple interés de haber visto algo nuevo, diferente y tan curioso me hace sentirme satisfecho por un rato. Me gusta el mirar de reojo mis ejercicios de las asignaturas, cuando hay una pequeña parte de mi que me dice que me ponga a avanzarlos y sin embargo abro un El Croquis y me gusta tanto leer y aprender todo eso que pienso que no me merece la pena ponerme con lo otro, hasta que no sea demasiado tarde. 
Que la biblioteca -a parte de ser con diferencia el mejor sitio para trabajar de la universidad- es un sitio lleno de libros impagables al alcance de todos los estudiantes!
Escribo ésto no sé bien bien por qué, ni si quiera he reflexionado nada, (menos mal que nadie lo lee). Ha sido a raíz de estar en la biblioteca rodeado de compañeros de carrera cada uno con su portátil y sus dibujos cuando he abierto El Croquis de Lacaton&Vassal y me he puesto a leerlo. Y al poco rato me han empezado a venir este tipo de pensamientos y me ha dado por escribirlos. Por eso de que aquí un tiempo me reiré de mi mismo y los pájaros en mi cabeza.


martes, 24 de marzo de 2015

Eso de ir con más calma

Ya he comentado varias veces el cambio de ritmo y manera de afrontar la carrera. Quizás ésto que voy a escribir a continuación suene repetitivo, pero quiero reafirmar mi ideas...

Después de tres años sin levantar apenas la cabeza -más que en verano-, sin poder hacer más planes que cuándo y dónde quedar para hacer uno u otro trabajo. Y que cuando lograras hacer algo diferente a la universidad fuera necesariamente comprimido en el tiempo. Unos años que han pasado tremendamente rápidos, donde por supuesto he aprendido muchísima arquitectura y muchísimas otras cosas que no son arquitectura. Casi sin quererlo vi necesario romper este frenético ritmo, dejar de contar los cursos por años. Poder pensar en más cosas que sólo la universidad, planificar otras cosas más a largo plazo, empezar a aprender otras cosas que también me interesan y que hasta ahora no había podido aprender. Fue casi espontáneo lo de empezar a hacer prácticas y creo que ha sido eso lo que me ha hecho ver que hay mucho más de puertas de la universidad para fuera que de puertas para adentro. Ahora, en dos semanas empiezo en un nuevo estudio, llevo tres meses sin hacer prácticas y haciendo menos asignaturas. Me han servido para empezar a retomar el deporte y fijarme un objetivo que me tendrá entretenido hasta el 21 de junio, cuando debutaré en mi primer triatlón. Además estos meses me han servido para reflexionar e interesarme por otras cosas. Imagino que el hecho de que pasaré el año que viene en Chile de intercambio me ayuda a reforzar ésta idea y a querer aprovechar la oportunidad al máximo. Descubrir y descubrirse.

Quién no quiere, en éstas edades, aprender algún idioma interesante, aprender a tocar un instrumento, conocer otra cultura, correr esa maratón, viajar a otro país -de voluntario- sin complejo de turista, formar parte de algún club, asistir a actos interesantes, implicarse en otros proyectos, ganarse algún dinero, disfrutar con calma de la familia, alcanzar ese sueño, SENTIRSE VIVO... Creo que es un momento muy bueno para esto, que una vez acabada la carrera -según como- puede ser muy tarde y que haciéndolo durante, seguro que te va a servir para formarte como persona y aprovechar más lo que te queda por aprender de la carrera.

Y al acabar la carrera -yendo ejemplarmente a curso por año...-, cuando ya tienes tu título, ¿qué? Te bajas los pantalones ante el mercado laboral y empiezas a pedir trabajo de lo que sea, ya sea en un estudio de arquitectura mejor o peor pagado, en una tienda de ropa o en una cafetería...¿no? Ahora ya has acabado los estudios, ya eres arquitecto, y qué? Eso es lo que quiero evitar. Sé que es difícil conseguir evitarlo y más en la época en la que vivimos, y en el país en el que hemos nacido: España. Quisiera acabar la carrera y ser una persona todavía joven, y con un montón de experiencias vividas que me hayan ido haciendo ser mejor persona y arquitecto. Acumular experiencias, aprender de ellas, disfrutarlas y aprovecharlas.  

Quisiera aclarar que lo que creo sobre los estudios -y todo lo que escribo- es muy personal, no quiero dar ninguna lección a nadie. El siguiente párrafo y los siguientes enlaces hablan sobre el por qué hacer un año sabático y sus beneficios. No es una información -por poco científica que sea- que conociera al tomar las decisiones que he tomado, pero quiero compartirla porque muchos de los motivos y/o beneficios es lo que persigo. 
Algo así apunta el contenido de la imagen que viene a continuación, haciendo clic en ella iréis a la página de dónde lo he sacado. Aquí hablan de un año sabático, no es mi caso porque estoy haciendo tres asignaturas, pero ya es suficiente para empezar a disfrutar un poco más de la vida. En ningún momento me he planteado -ni defiendo- la idea de hacer un año sabático porque eso comporta ser muy dependiente (por mucho que yo lo sea al 100% también ahora de mis padres) y a no acortar tu dependencia a ellos; pero sí comparto los fines por los cuales se hacen años sabáticos. Aumentar productividad? Espíritu aventurero? -éstos son otros artículos relacionados-



Dejando de lado porcentajes y si los estudios están firmados por prestigiosas universidades o no, creo que son conclusiones bastante lógicas a las que uno mismo puede llegar. (¿no?)

PD.:   Desde ayer estamos en Setmana de Dia en la ETSAB! Habrá como cada año muchas actividades, unas culturales, otras no tanto, y otras que parece que solo persigan el beber cerveza... hasta el logo de este año va relacionado con la cerveza! Se nota que somos una gran minoría los que no nos gusta relacionar fiesta con alcohol, ni el concepto "desconectar un rato" con ir a hacer una birra. Pero bueno, es una lucha perdida, me limito a no asistir a ciertas actividades que podrían ser muy divertidas como cursa de orientación y gimcanas si las pruebas no rondaran a tragar más y más cerveza. Hecha la crítica, os invito a ver el pregón, que no tiene desperdicio si conoces a los profesores de la universidad y el ambiente de la etsab.

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Muchas gracias, hasta la próxima!