martes, 24 de marzo de 2015

Eso de ir con más calma

Ya he comentado varias veces el cambio de ritmo y manera de afrontar la carrera. Quizás ésto que voy a escribir a continuación suene repetitivo, pero quiero reafirmar mi ideas...

Después de tres años sin levantar apenas la cabeza -más que en verano-, sin poder hacer más planes que cuándo y dónde quedar para hacer uno u otro trabajo. Y que cuando lograras hacer algo diferente a la universidad fuera necesariamente comprimido en el tiempo. Unos años que han pasado tremendamente rápidos, donde por supuesto he aprendido muchísima arquitectura y muchísimas otras cosas que no son arquitectura. Casi sin quererlo vi necesario romper este frenético ritmo, dejar de contar los cursos por años. Poder pensar en más cosas que sólo la universidad, planificar otras cosas más a largo plazo, empezar a aprender otras cosas que también me interesan y que hasta ahora no había podido aprender. Fue casi espontáneo lo de empezar a hacer prácticas y creo que ha sido eso lo que me ha hecho ver que hay mucho más de puertas de la universidad para fuera que de puertas para adentro. Ahora, en dos semanas empiezo en un nuevo estudio, llevo tres meses sin hacer prácticas y haciendo menos asignaturas. Me han servido para empezar a retomar el deporte y fijarme un objetivo que me tendrá entretenido hasta el 21 de junio, cuando debutaré en mi primer triatlón. Además estos meses me han servido para reflexionar e interesarme por otras cosas. Imagino que el hecho de que pasaré el año que viene en Chile de intercambio me ayuda a reforzar ésta idea y a querer aprovechar la oportunidad al máximo. Descubrir y descubrirse.

Quién no quiere, en éstas edades, aprender algún idioma interesante, aprender a tocar un instrumento, conocer otra cultura, correr esa maratón, viajar a otro país -de voluntario- sin complejo de turista, formar parte de algún club, asistir a actos interesantes, implicarse en otros proyectos, ganarse algún dinero, disfrutar con calma de la familia, alcanzar ese sueño, SENTIRSE VIVO... Creo que es un momento muy bueno para esto, que una vez acabada la carrera -según como- puede ser muy tarde y que haciéndolo durante, seguro que te va a servir para formarte como persona y aprovechar más lo que te queda por aprender de la carrera.

Y al acabar la carrera -yendo ejemplarmente a curso por año...-, cuando ya tienes tu título, ¿qué? Te bajas los pantalones ante el mercado laboral y empiezas a pedir trabajo de lo que sea, ya sea en un estudio de arquitectura mejor o peor pagado, en una tienda de ropa o en una cafetería...¿no? Ahora ya has acabado los estudios, ya eres arquitecto, y qué? Eso es lo que quiero evitar. Sé que es difícil conseguir evitarlo y más en la época en la que vivimos, y en el país en el que hemos nacido: España. Quisiera acabar la carrera y ser una persona todavía joven, y con un montón de experiencias vividas que me hayan ido haciendo ser mejor persona y arquitecto. Acumular experiencias, aprender de ellas, disfrutarlas y aprovecharlas.  

Quisiera aclarar que lo que creo sobre los estudios -y todo lo que escribo- es muy personal, no quiero dar ninguna lección a nadie. El siguiente párrafo y los siguientes enlaces hablan sobre el por qué hacer un año sabático y sus beneficios. No es una información -por poco científica que sea- que conociera al tomar las decisiones que he tomado, pero quiero compartirla porque muchos de los motivos y/o beneficios es lo que persigo. 
Algo así apunta el contenido de la imagen que viene a continuación, haciendo clic en ella iréis a la página de dónde lo he sacado. Aquí hablan de un año sabático, no es mi caso porque estoy haciendo tres asignaturas, pero ya es suficiente para empezar a disfrutar un poco más de la vida. En ningún momento me he planteado -ni defiendo- la idea de hacer un año sabático porque eso comporta ser muy dependiente (por mucho que yo lo sea al 100% también ahora de mis padres) y a no acortar tu dependencia a ellos; pero sí comparto los fines por los cuales se hacen años sabáticos. Aumentar productividad? Espíritu aventurero? -éstos son otros artículos relacionados-



Dejando de lado porcentajes y si los estudios están firmados por prestigiosas universidades o no, creo que son conclusiones bastante lógicas a las que uno mismo puede llegar. (¿no?)

PD.:   Desde ayer estamos en Setmana de Dia en la ETSAB! Habrá como cada año muchas actividades, unas culturales, otras no tanto, y otras que parece que solo persigan el beber cerveza... hasta el logo de este año va relacionado con la cerveza! Se nota que somos una gran minoría los que no nos gusta relacionar fiesta con alcohol, ni el concepto "desconectar un rato" con ir a hacer una birra. Pero bueno, es una lucha perdida, me limito a no asistir a ciertas actividades que podrían ser muy divertidas como cursa de orientación y gimcanas si las pruebas no rondaran a tragar más y más cerveza. Hecha la crítica, os invito a ver el pregón, que no tiene desperdicio si conoces a los profesores de la universidad y el ambiente de la etsab.

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Muchas gracias, hasta la próxima!

martes, 17 de marzo de 2015

Otros portafolios

Hola otra vez!

Casi de casualidad he encontrado una gran ventana con portafolios digitales en ISSUU. Para no dejaros solo con el único ejemplo del mio, os pongo algunos enlaces -haciendo clic en las imágenes- y espero ir ampliando la colección de esta entrada poco a poco, siempre que se puedan ver enteros y cómodamente en digital. Aunque entrando en uno de ellos, ISSUU ya te sugiere publicaciones relacionadas y muchas de ellas son otros portafolios.

Espero que os gusten!

(ya me hubiera ido bien haber visto esto antes de hacer el mío, o no.)


© Álvaro Cerrato Gamero
© Jonander Agirre Mikelez


© Rimalova Eliska
© Ian Jones

Mi primer portafolio

Lo de pedir intercambio es una cosa buena se mire por donde se mire, siempre que se pueda costear. En mi caso no las tenía todas para irme, pero aún así me sirvió para obligarme a hacer mi portafolio. Llevaba tiempo pensando en cómo quería que fuese. 

El único límite es que no exceda el tamaño de un DIN-A3. 

Y yo quería que cumpliera una serie de cosas que me llevaron a hacerlo como lo hice:
  • Barato -y sencillo- de imprimir
  • Cómodo de leer
  • Robusto -que se pueda tocar sin demasiado cuidado, etc.-
  • Simple
  • Compatible con verlo bien en digital
  • Ampliable con el tiempo

Finalmente, es de 21x21cm (la anchura de un DIN-A4), en papel de 200g blanco a doble cara, impreso a láser (combinando ByN y Color) y encuadernado con espiral en el lateral. Todo sencillo y muy práctico.
La portada y contraportada son de cartón gris contracolado de 2,5mm que aportan rigidez y cuerpo al portafolio. Por lo que no es un color liso uniforme, sino que tiene alteraciones y se puede manosear sin cuidado, es un material y un color sufrido. La portada y la contraportada las grabé a láser antes de encuadernar.




Decidí hacerlo cuadrado para salir un poco de los cánones del formato DIN, y para simplificarme la composición de cada lámina. Si la hacía de 21x21cm en muchas ocasiones era solo poner un documento centrado, o algunas veces dos, uno arriba y otro abajo. También el hacerlo cuadrado de 21x21, abierto queda de 42x21cm y creo que es un tamaño y una proporción cómoda y bonita de ver. Las ventajas no acaban aquí, para verlo digitalmente es muy cómodo, se puede ver a un tamaño óptimo viéndolo en vista a dos páginas. No pasaría lo mismo, por ejemplo, si fuera DIN-A4 apaisado -A3 ya imposible-, al verlo a "vista a dos páginas" se vería demasiado pequeño y no se podría visualizar bien.
El papel, quise que fuera blanco y un poco satinado (brillante) para que quedara elegante y limpio. Muchos compañeros optaron por papeles más rugosos, amarillentos... Y de 200g para que cogiera entidad y se garantizara un buen acabado, sin transparencias...Quizá con 160g hubiera quedado igual de bien, pero me quise curar en salud. -Pidiéndole perdón al Medio Ambiente-. Impreso a láser, por precio, por comodidad y porque en este papel una vez impreso no mancha y se puede tocar todo lo que quieras. Y porque me gusta el brillo que coge la tinta negra en masa -y en línea fina- cuando es láser impreso en papel del bueno para mí eso es la crème de la crème
Decidí encuadernado en espiral porque es sencillo, práctico y cómodo. Hay otras soluciones que son como encolar el lomo, que cuestan el mismo dinero pero con más inconvenientes que ventajas. No se pasan igual de cómodas las páginas -no se podría dejar abierto encima de una mesa, tendería a cerrarse-, no me garantizaban que con tantas páginas y de tanto gramaje las del medio quedaran bien sujetas, y no sé que hubiera pasado con mis portadas rígidas. Queda más elegante una vez cerrado ver una franja negra que agujeros con un espiral pasando..eso sí. Esta solución es para portadas flexibles -como las hojas-. El espiral además me permite ampliarlo y modificarlo con el tiempo, sin tener que volver a imprimir todo el portafolio de nuevo.

Partiendo de que no sé nada de diseño gráfico más que los ejemplos que según mi criterio considero buenos -o que me gustan- y alguna cosa que he podido descubrir curioseando algún blog o pinterest. De las pocas cosas que leí es que para leer en papel es mejor utilizar tipografías con serif y para pantalla sans-serif. También leyendo sobre cómo hacer currículums -y también por gusto propio- debía utilizar una tipografía poco vista, bonita, elegante, cómoda y con serif. Decidí utilizar Bodoni para todos los textos, menos para la numeración y la franja negra superior, que usé Arial, más típica, pero es la que más me gustaba como quedaba con el blanco sobre negro. Discreto y funcional. Confieso que para elegir la tipografía Bodoni me ayudé del consejo de Massimo Vignelli: "Un diseñador sólo debería utilizar éstos cinco tipos de letra: Bodoni, Helvetica -la que estás leyendo ahora mismo-, Times Roman, Century, Futura ". Pues casi eso hice, Arial es la versión comercial de Helvetica, y Bodoni MT de Bodoni.




Otras cosas que consideré importantes es que el lector sepa fácilmente qué proyecto está viendo, por eso me ayudé de la franja negra superior en cada página para indicar el curso de proyectos y el título del proyecto. También incorporo en cada planta el norte y muy a menudo una escala gráfica. Más que indicar con texto a qué escala está el dibujo veo más útil tener la referencia para comparar dimensiones y poder medir.

Aquí van algunas fotos: 


Portada especial para pedir intercambio,
destacando el origen y el destino en un mapamundi que se mira como quieras

Funda para el CD_portafolio en digital.
Se lo quedó la universidad.


lunes, 9 de marzo de 2015

Solicitud Intercambio Internacional 2015/2016

Hola!! :)))

Quería dividir este tema entre la solicitud y la resolución, pero justamente supe que me habían dado la plaza un día antes que el resto de mis compañeros, y el resto de mis compañeros un día antes de lo que todo el mundo esperaba! Así que me ha pillado el toro. Intentaré dividir igualmente las entradas pero explicaré la solicitud sabiendo ya la resolución...que es, nada más y nada menos que...: me voy a Santiago de Chile (!!) A la Universidad Diego Portales. Lo supe antes que nadie, de casualidad porque justo me crucé por las escaleras de la universidad al profesor encargado de las relaciones con Chile cuando salía de evaluarme. Así que al verme, como ya me conocía porque fue mi profesor el cuatrimestre pasado de Urbanismo V, me paró y me dijo que me había dado la segunda opción. La primera también era Santiago de Chile pero en la Universidad Católica Pontificia (PUC).

DÓNDE IR

¿Por qué Chile? -Y yo qué sé. Pero lo tenía muy claro: o Chile o Chile. Empezando por que me llama más la atención conocer América del Sur que conocer una ciudad o un país de Europa. Y reconociendo que no tengo el handicap del nivel de idioma y títulos para acreditar nada, si quisiera ir al norte de Europa. Es difícil saber el por qué he elegido Chile, siendo el mundo tan grande, pero creo que hay algunos motivos claros. Es el país que más me llama la atención y que más ansío conocer, por su historia y por la cultura. Porque es el país más seguro y civilizado* de América del Sur y donde hay una buena economía. Me llama mucho más la atención conocer la cultura y la manera de ser de los chilenos que cualquier país europeo. Es un país en crecimiento, rico y con muy buena gente. Además de su impresionante geografía. Tan estrecho entre el Océano Pacífico y los Andes, y tan alargado: del Polo Sur hasta Perú. Además tiene la mejor universidad de arquitectura de América del Sur y está muy bien reconocida internacionalmente. Hay muy buenos arquitectos chilenos, se está haciendo una inversión pública muy grande y se está construyendo una arquitectura muy buena, ya sea de arquitectos chilenos o de buenos arquitectos extranjeros. Creo que se están haciendo desde hace un tiempo las cosas muy bien en Chile y eso crea interés y demanda. El boca a boca de la gente provocó que el año pasado fuera el sitio más solicitado para irse el curso 2014/2015 (este curso) de toda la ETSAB. Imagino que el buen nivel, la cultura interesante y la posibilidad de trabajar hizo que mucha gente se animara. Habían 5 plazas para todo Chile y solicitaron ir unas 23 personas. Por lo que mucha gente quedó fuera -al final se consiguió una plaza más-. La cosa estaba difícil, pero realmente era mi ilusión y tenía que luchar por cumplir mis sueños. Por intentarlo que no quedara, pese a que la cotizada lucha de la oferta y la demanda fuera en mi contra y me obligara a competir.
Hay quien critica la moda esta de ir a Chile, que piensa que lo pedimos porque es la moda y que no tiene nada de bueno, excepto el poder trabajar allí. Siempre escucho lo que dice la gente, pero no les suelo hacer mucho caso. No creo que sea una mala opción ir a Chile y que no me vaya a enriquecer esta Gran Experiencia.  
Debo decir que estuve en la charla de las universidades de Europa del Norte (países nórdicos) y fue muy interesante. Sin duda es un muy buen sitio para ir y aprender. Son mucho más avanzados que nosotros, las universidades son otro concepto al nuestro -al menos al que yo tenía hasta ahora- y son ciudades mucho más pequeñas y "aburridas". Me quedé con las ganas de poder experimentar el intercambio en Europa del Norte... eso sí, creo que no se disfruta tanto, refiriéndome al hecho de que estás allí estudiando y con los estudiantes. Y como mucho sales a hacer deporte o a la sauna por las tardes, pero eso de poder ir a darte una vuelta y encontrarte algo -o alguien- que realmente te sorprenda son cosas que creo que pasan más por américa latina, por ejemplo. Creo que ir al países nórdicos es para gente académicamente brillante y muy aplicada. Sin embargo a los más "aventureros" nos llaman más otro tipo de destinos.

*No digo que el resto de américa del sur no lo sean, pero Santiago de Chile creo que es una de las ciudades más desarrolladas y parecidas a las que conozco. Aún así, todo lo veré diferente cuando esté allí. -espero-

PREPARAR LA SOLICITUD

Se entrega el portafolio, una carta de motivación, el Currículum Vítae, y el Expediente Académico. El portafolio** que es un documento donde cada uno recopila sus mejores proyectos y sirve para enseñar a otra persona -ya sea el que selecciona quien se va de intercambio o el que decide a quien contratan en un estudio- lo que has hecho, lo que sabes hacer y el nivel al que puedes llegar. Seguramente haré una entrada específica para hablar sobre el portafolio. Ya que es un documento bonito y agradecido tanto de ver como de hacer. Al llegar del viaje a Turquía tenía que empezar a hacer el portafolio para poderlo hacer con una cierta dedicación y que quedara bien. Tuve un poco más de dos semanas para hacerlo, pero siguiendo en mi línea lo acabé haciendo la última semana. No es fácil de empezar, y una vez que lo empiezas, vicia. Durante las dos semanas previas a la solicitud había charlas de los profesores responsables de la relación con cada universidad donde explicaban un poco las características de la ciudad y se le podían preguntar algunas dudas. Carles Crosas es el responsable en la ETSAB de las relaciones con las tres universidades chilenas a las que podemos ir los estudiantes de la ETSAB. Hizo una charla muy sencilla y sin motivar mucho a la gente a ir. Exponiendo siempre que los que queríamos ir ya nos habíamos informado. No pasó el típico power-point con las fotos de la ciudad, la universidad, los alumnos en las clases, etc. Dijo que el año pasado lo hizo y lo pidió demasiada gente, este año intentó que lo pidiera menos gente. En la misma charla también tocaba explicar México, y el profesor responsable de México, a diferencia de Carles, animó mucho a la gente a ir e intentaba convencer para que la gente lo pidiera. Todo lo que decía eran cosas buenas e incluso vino una alumna que hace dos años estuvo allí de intercambio y explicó un poco su experiencia. Pues bien esos días entre ir a clase, asistir a las charlas que me interesaban y hacer entrevistas -para hacer prácticas-, cuando tenía tiempo y sobretodo por las noches se fue haciendo el portafolio.

Portada de cartón gris 2,5 mm grabada a láser. Formato 21x21 cm

La carta de motivación puede ser conjunta o individual para cada universidad que pidas. Yo decidí hacer solo una, porque realmente excepto la preferencia de universidad según el "prestigio y la calidad" el resto de motivos que me impulsan a pedir Chile eran los mismos. Carles dejó claro en la charla que la carta era importante, que no pusiéramos banalidades y que fuera especial. No sabía como hacerla, y tenía miedo a que no quedara bien. Porque sé de la importancia de la carta, debes explicar qué te motiva a querer ir allí y tiene que servir para que sepa lo que piensas y cómo eres. Que no tenga de ti únicamente los datos del Currículum y del expediente. Así que en una carta de casi una página y media titulada Quiero, fui explicando por qué quiero ir a Chile. Sin una estructura previa de la carta, la empecé por conocer un continente nuevo, después hablé de la diferencia en la enseñanza y el qué pudo aprender nuevo allí. Luego hablé de qué me interesa del país y al final hablé un poco de dos ejemplos de arquitectura muy buenos y recientes. Proyectos muy buenos y exageradamente diferentes entre ellos. Ambos en Santiago de Chile y de dos arquitectos chilenos reconocidos. Con una frase de Cristian Undurraga sobre la labor del arquitecto en su proyecto, de improviso, acabé la carta. Creo que me quedó un buen escrito, podría haber estado mejor estructurado y con una mejor puntuación. Pero quedé satisfecho.



El expediente y la solicitud simplemente es imprimirlo y adjuntarlo. El expediente sí que se lo miran bastante. Sobretodo los créditos que llevas o te faltan para acabar, tu media de notas y tu media en proyectos y urbanismo.

ENTREGA DE LA SOLICITUD

Se entrega todo dentro de un sobre máximo DIN-A3. Siempre hay quien se lo trabaja más y se hace su propia carpetita con los diferentes apartados o sitios donde guardar cada documento y que quede chulo para causar buena impresión al profesor encargado de seleccionar. Se podía entregar del 18 al 20 de febrero durante unas horas por la mañana. Evidentemente hubo quien entregó el primer día y ningún problema. Mi intención era entregar un día antes del límite pero no conseguí acabar. El portafolio impreso sí, pero la preparación de los sobres y la carta de motivación no dio tiempo. La mayoría entregamos el último día, muchos estuvimos antes de que abrieran la oficina ya esperando para hacerlo cuanto antes y quitarnos el peso de encima. Al sobre A3 le puse una pegatina con mi nombre, un título, etc. Y no le puse lo más importante, las universidades de la solicitud en orden de preferencia. Al entregar te pedían que estuvieran escritas fuera del sobre, y fue una lástima tener que escribirlas a mano después de haber hecho pegatinas "elegantes" para la ocasión. 


A veces, los sueños caben en un sobre


RESOLUCIÓN

Pensaba que tardarían bastante más!! Al entregarla pensaba que tardarían mínimo un mes. Después hubo un rumor por la universidad que nos las daban el viernes 6 de marzo. Finalmente empezaron a publicarse a las 12h por e-secretaria el jueves 5 de marzo, solamente 13 días más tarde de la entrega de la solicitud! Y yo con mi excepción que lo supe el miércoles 4 porque me lo dijo el profesor responsable al cruzármelo de casualidad. Aunque oficialmente no se publicó hasta el día siguiente, como el resto de mis compañero@s. (Por la noche la fiesta era obligada). Hay también muchos compañer@s que no les han concedido plaza, me han dicho que 40 personas este año. Eso no quiere decir que no hayan quedado plazas libres, sino que la mayoría ha solicitado a las mismas. Han quedado plazas libres (que se abrirán para la segunda convocatoria, una semana después de la primera asignación) muy interesantes que por casualidad no se llenaron las plazas y que seguro habrá peleas en la segunda convocatoria.

Así que nada, ya hablaré del destino en una entrada a parte pero sin muchas cosas que poder contar, porque tengo muchas incógnitas por saber yo también todavía!



Hasta la proóxima!



**¿Portfolio, portafolio, porfolio? No sé bien bien cómo se escribe en castellano, lo he visto escrito de muchas maneras, creo que la más correcta es portafolio, pero la gente utiliza más portfolio. En catalán también es portfoli, casi nadie dice portafoli... no sé. En inglés es portfolio, eso sí. 

...En fin, sed felices y conoced mundo

miércoles, 4 de marzo de 2015

Un enfoque diferente




Escribo esta entrada para explicar el cambio de la manera de tomarme la carrera que he sufrido estos últimos meses. Que creo que es el que necesito y el que más me va a servir para formarme como persona y como arquitecto. Como comenté por el blog, hice primero, segundo y tercero como la gran mayoría. Sin demasiadas complicaciones, dedicándole muchas horas y mucho esfuerzo a la universidad y sin apenas tiempo para otras cosas. Aunque al echar la vista atrás veo que sí que he ido haciendo otras cosas que no solo son proyectos, proyectos, urba y más proyectos. En segundo suspendí dos, por lo que no hice tercero al 100%, pero aún lo consideraba dentro de la normalidad. La cosa fue cuando justo hace un año empecé a pensar...el curso acababa en tres meses, ya tendría tercero en el bolsillo y a falta de solamente dos años de cursar proyectos para tener la titulación de arquitecto. Me preocupaba, creo que si en tercero, después de tres años haciendo proyectos considero que sé bastante poco, no creo que en dos años vaya a ser capaz de aprender lo que un arquitecto debe saber al acabar la carrera. No sé si esta preocupación es debida a mi auto-exigencia o a todos nos pasa. Creo que la solución pasa por conocer el mundo laboral de la arquitectura cuanto antes. Te hace ser mucho más realista, aprender más y saber aplicar/relacionar lo que te explican con la vida real/laboral. A finales de mayo -de 2014- empecé a trabajar de becario en un estudio de Mataró (a una hora y cuarto en tren desde mi casa o desde la universidad...). Las primeras semanas fueron brutales, una experiencia buenísima que creo que todo el mundo debería poder vivir antes de empezar cuarto o como muy tarde durante cuarto. Es un estudio joven con arquitectos jóvenes, siempre fui bien acogido, bien tratado, etc. Sobretodo hacíamos concursos para la administración pública (Ayuntamiento de Barcelona, etc.) para conseguir ganar alguno y recibir el encargo de algún proyecto. Eso me hizo aprender de primeras a plantear proyectos, estrategias, a buscar referencias, a conocer arquitectos, ejemplos, maneras de trabajar, de pensar, de ver, de explicarse, de argumentar, de discutir y un largo etcétera. Además de representación, composición de láminas, la fuerza de las imágenes potentes, el qué se valora... 
Mi labor dentro del equipo era sobretodo la de hacer el 3D y los renders para que luego un compañero los completara con photoshop para dejarlos más bonitos e impactantes. Pero por supuesto, y la parte que más me gustaba era la del principio. La de decidir entre todos, qué estrategia de proyecto tomar. Ya que esa es la decisión clave del proyecto y lo que te hace ganar o perder el concurso. Y no hay muchos días para eso, se definen diferentes vías de actuación se van debatiendo, buscando pros y contras; proponiendo, dibujando, leyendo, pensando... En definitiva con esto es con lo que me quedo de los seis meses que he trabajado con ellos, hasta diciembre de 2014. Que no es poco, creo yo. A parte de haber visto realmente como se cuece un ejecutivo, cuanto se tarda, haber conocido arquitectos de referencia y muchos ejemplos, haber podido hablar con arquitectos y conocer lo fácil o lo difícil que es la vida de un arquitecto no-súper-estrella. 
Total, me matriculé en "cuarto" con cuatro asignaturas cada cuatrimestre, una asignatura menos de las que debería si quisiera hacer un curso entro cada año,que serían cinco y cinco. Pensando en trabajar por las tardes esa media jornada de becario en el estudio. Entre las matriculadas está proyectos de cuarto. Al empezar el curso, como escribí en la entrada el primer día de este curso, empecé con miedo y poca motivación. No me tomé en serio la asignatura porque no veía que aprendiera tanto como otras veces y porque tampoco tenía mucho tiempo para dedicarle. Muy a menudo iba a clase, casi todas, pero no corregía porque no seguía el ritmo de trabajo de mis compañeros. Acabé suspendiendo con un cuatro en la entrega final de enero por no haber llegado al detalle que el proyecto exigía, es decir, por no haberle dedicado las horas y la dedicación que un proyecto de cuarto requiere. No me cabe duda que el planteamiento del proyecto estaba bien (desde mi humilde opinión uno de los mejores de mi taller) y por eso el cuatro en la nota. No merezco aprobar porque no hice todo lo que pedía para la entrega final pero tampoco me podía suspender con una nota "no compensable" porque el proyecto no era malo. También reconozco que no avancé por falta de trabajo, constancia y correcciones en clase, pero también porque nos piden una serie de detalles constructivos que ya me gustaría saber resolver de primeras. Y mis compañeros tampoco saben, pero se movieron para acabar presentando el documento con el detalle dibujado. Quisiera poder proyectar siempre sobre los conocimientos constructivos que tengo -ojalá también sobre los estructurales, pero eso ya se me escapa de largo-. Asumí mi nota y la totalidad de mi culpa. Me planteé esforzarme mucho y disfrutar más aún el siguiente cuatrimestre haciendo proyectos, también -aunque sea una chorrada- para demostrar  a los de mi taller y a mi profesor que no soy malo, que me gusta y que tengo capacidad suficiente de trabajo y para hacer buenos proyectos.