Berlin es totalmente diferente a Barcelona. Hace mucho más frio, y todo está adaprado para ello. En general las calles son más anchas. No hay tanta densidad de tráfico, ni de peatones. La gente camina tranquila por la acera, se espera en lo semáforos en rojo aunque no pasen coches; los coches no van deprisa, hay mucho espacio para aparcar... Los carriles bici están por casi todas las calles, y la bici es un transporte mucho más utilizado que en Barcelona. El metro es quizá más viejo que Barcelona pero funciona muy bien. Está mucho menos enterrado, por lo tanto hay menos escaleras. Tampoco hace falta saltar ninguna valla para entrar al metro sin pagar, simplemente son honestos y validan. Hemos visitado mucha arquitectura, tanto actual, como moderna, clásica y antigua. También es una ciudad cargada de historia, como todos sabréis, por las guerras mundiales que lleva a sus espaldas, y en especial a la segunda. Nos alojamos en el hostal Industrie Palast las cinco noches.
Nos dió tiempo a visitarlo casi todo. Incluso un día fuimos a Dessaus a visitar la Bauhaus, y a la vuelta pasamos por Posdam.
Creo que mejor ver fotos que relatar el viaje... (hacer click aqui para descargar algunas fotos de la arquitectura visitada). Hay que destacar la cúpula de Norman Foster. Impresionante, me encantó.
La llegada fue muy bien. Al día siguiente por la mañana ya empezamos el segundo cuatrimestre, y ahora, a tope hasta verano!
Hasta otra!
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