viernes, 14 de noviembre de 2014

Primera mitad: relfexiones y valoraciones

Ya ha acabado la primera mitad del cuatrimestre. Voy a escribir esta entrada para ayudarme pensar, a ordenar mis ideas, a reflexionar y a desahogarme. No está siendo un cuatrimestre fácil para mi. Sin duda es más duro psicológicamente desde que entré. No he sabido llevar bien el trabajar -hacer prácticas en un estudio- como comenté en la entrada de principio de curso y el estudiar, ir a clase y tener compromiso de llevar la faena al día. Porque como sabéis, esta carrera no es de estudiar mucho, pero necesita constancia y mucho trabajo. Empecé con miedos, sin saber si podría, y con la ilusión de poderlo conseguir, porque tampoco sería el primero en conseguirlo, y veía alguna posibilidad si era constante, planificado y serio. No he sabido. Este cuatrimestre hago cuatro asignaturas, y sin duda alguna sería el cuatrimestre más cómodo que hubiera realizado hasta ahora si no tuviera el plus este de tener que ir a Mataró a trabajar cuatro días a la semana, en principio.
Las primeras semanas fueron una prolongación del verano, iba a clase pero no hacía faena, bien porque apenas requería faena todavía la universidad o porque tampoco veía el momento de ponerme, al no tener entregas inminentes. Y porque tenía siempre planes para el fin de semana. Todo se empezó a torcer la segunda semana de octubre, más o menos. Cuando empecé a sentirme incómodo, atrasado respecto al resto y un poco perdido. Me iba agobiando pero no sabía tampoco cómo reaccionar, cuando tenía tiempo no lo aprovechaba y alguna vez estaba tan cansado/desmotivado por la mañana que me quedaba hasta tarde en la cama o por casa sin hacer nada productivo, odio esos momentos, y nunca o casi nunca me habían pasado antes, porque se te va medio día a la basura, y eso es más grave cuando solo tienes medio día para hacer faena de la universidad e ir a clase. La otra mitad la invierto en ir a trabajar. Hay dos asignaturas que son por parejas, mis dos parejas son personas muy conocidas por mi y amigos míos. No soy una persona muy puntual, pero este año estoy siendo hasta maleducado, ya sea al ir a clase o al quedar con ellos. No sé por qué, imagino que todo es psicológico, porque es cierto que no estoy durmiendo menos que otros años, ni mucho menos. Por ejemplo, esta semana hemos tenido entrega parcial de un trabajo que llevamos haciendo desde principio de curso, en principio semana por semana. Ha acabado haciéndolo el 85% mi compañero. Lo odio, odio colaborar menos que el otro en el trabajo de equipo. Ya he hecho muchos otros trabajos con este compañero y es una persona muy trabajadora que me cuesta hacer más que él en un trabajo, pero nunca me había sentido menos partícipe que él en un trabajo. Esta vez mi excusa era que tenía entrega parcial de proyectos el mismo día. Proyectos, al ser individual, ha sido una de las que más me he ido dejando. He tardado siete semanas en empezar a proyectar algo, con las consecuencias que eso conlleva: no corregir, no saber la opinión de profesor, que el profesor te conozca y conozca tu proyecto, etc. Y no ha sido por falta de ganas. Proyectos sigue siendo mi asignatura favorita y en la que creo que sigo teniendo más facilidad, no sé si por cosa mía o porque realmente es más fácil. El caso es que hasta que no vi que no tenía nada hecho y que tenía que entregar algo en 10 días no me puse. Además mi profesor -Josep Maria Gil. Socio de Esteve Bonell- es tan buena persona que le cuesta presionarnos y darnos caña. Por eso el fin de semana que debía haber sido estructuras y proyectos acabó siendo proyectos y un poquito de estructuras. Al no tener apenas nada hasta días antes. No hice una buena entrega de proyectos, no pude hacer todos los documentos que pedía, pero le di un buen empujón al proyecto. Sin embargo en estructuras mi pobre compañero tuvo que tragarse casi toda la faena él.
No me gusta nada apoyarme en los demás, y esta vez lo he hecho...Por suetre para mí es una buenísima persona y no se ha enfadado conmigo, pero tendría todo el derecho. No me gusta forzar el límite de las buenas amistades. Ya para colmo, en urbanismo, estamos planteando el ejercicio de curso, que es el proyecto del espacio vacío en unas manzanas sin edificar de Palma de Mallorca. El ejercicio está estipulado por el coordinador de la asignatura como por parejas, como suele ser urbanismo, pero justamente mi profesor -Carles Crosas- planteó si alguien quería hacerlo individual, que él creía que era posible, que no es tanta faena. Ningún alumno dijo nada, excepto yo que negué con la cabeza, porque me veo desbordado y creo que solo no podría hacerlo. No hay que olvidar que urbanismo son 5 créditos...2,5 menos que proyectos! Pues a mi compañero le gustó la idea de hacerlo individual. Él me dice que es porque se puede aprender más, aunque algo de verdad debe tener, sé que no es por eso. Llevamos haciendo urbanismo juntos desde que empezamos, en segundo. Nunca nos hemos entendido a la perfección, algunos proyectos más, otros menos, pero nunca del todo. Sí es verdad que este cuatrimestre lo empezábamos con los ánimos bien altos después de haber sido el mejor proyecto el curso pasado en un ejercicio similar al que hay que hacer este año. El motivo por el cual quiere ir solo es porque le supone más comodidad ir solo y tiene tiempo suficiente para poder hacer el proyecto -que realmente no es tantísimo-. Es decir, que soy un lastre para él. Es cierto que muchas veces llego tarde cuando quedamos, por este nosequé que nunca antes había tenido. Porque falta de motivación no es, yo quiero hacer buenos proyectos, sacar buenas notas y disfrutar haciendo los trabajos para la universidad, pero algo falla. Así que ayer decidimos de hacer el trabajo juntos, pero esta mañana ha cambiado de opinión. Quiere hacerlo solo. No puedo hacer nada, si es su voluntad...pero ahora me encuentro que tengo que hacer este proyecto solo cuando el resto de compañeros tiene más tiempo que yo y lo hace en parejas. Tampoco quiero ofrecerle de hacer su proyecto y yo ayudarle en hacer la faena. Porque si me involucro en un proyecto docente en el cual estoy matriculado quiero poder tener opinión. Además soy una persona que los proyectos me suelen salir bien, pero que soy lento ejecutando, exceso de perfeccionismo y falta de nervio. Somos muy diferentes en la manera de ser, de pensar y de trabajar, es cierto. Él es más trabajador sin fronteras, que necesita la reconducción de una corrección del docente y no parar de producir faena nunca, aunque no le encuentre el sentido -o al menos yo no lo encuentre y él no sepa explicarlo-. Esto es una putada cuando hacemos un trabajo juntos y me dice: esto es lo que he estado pensando. Y las explicaciones me suenan carentes de sentido. Pero bueno, puedo ser yo el raro. Él, interviene bastante en clase, pero siempre con duda y soliendo acabar la frase con un "no sé, no sé" como disculpándose de haber intervenido sin fundamento. Yo sin embargo no siento la necesidad de llevar a corrección a clase cada semana, me planteo y auto-cuestiono más las cosas, y a mi modo de ver reflexiono más cada acción. Pero luego en clase no me gusta demasiado hablar sobre mis reflexiones, simplemente me gusta plasmar el proyecto, y esperar que el profesor sea capaz de entender el por qué. Y cuando quiero intervenir en clase, simplemente lo digo, sin darle más rodeos y centrándome en lo que había pensado, sin llegar a dudar si debería haberlo dicho o si he aportado algo habiendo abierto la boca. 
No llevo bien ninguna asignatura, de historia hice los exámenes parciales habiendo estudiado muy poquito, sin haber ido a todas las clases y habiendo sido impuntual en la gran mayoría...un desastre. Y eso que es bastante interesante lo que explican, la cruz es tenerte que examinar.

Nunca antes le había dado tantas vueltas a la cabeza sobre mi situación en un momento determinado, nunca había estado tan pensativo, aunque nadie lo note. Y ahora estoy constantemente planteándome cosas y haciendo planes mentales... En conclusión, me estoy agobiando como nunca y si hago un balance del trabajo producido y las horas de estudio dedicadas desde que empecé el curso es realmente desastroso. Apenas he hecho nada, tanto en la universidad como en el trabajo. He pasado entregas y exámenes, he pasado más de dos meses en el estudio, pero no estoy nada satisfecho. Ahora, por ejemplo debería estar haciendo propuesta para el trabajo de urbanismo que desde hoy parece que voy solo, pero no me apetece. Otra cosa en que suelo pensar es en cómo sería si no trabajara, quiero echarle las culpas a mi fracaso de esta mitad de cuatrimestre al trabajo, aunque sé que no la tiene. La culpa es mía. Con buena organización y cumpliendo lo que pienso podría haber sido feliz y haber levado al día la universidad. Si no trabajara me imagino haciendo bastante deporte por las mañanas antes de entrar a clase, y haciendo faena -y disfrutando- para las asignaturas por las tardes. Algunas tardes me las podría tomar libres e irme a dar una vuelta en bicicleta, o asistir a charlas y actos interesantes que a menudo me entero pero que no puedo ir.
En el trabajo estoy cómodo, pero a diferencia de cuando entré que me gustó mucho porque hicimos varios concursos seguidos y era reciente lo de haber ganado un concurso, todo parecía que iba sobre ruedas. Las primeras semanas de curso empecé a ir 4 días a la semana, totalmente inviable para mi hacer la faena de la universidad en tiempo libre. Ya que ir cuatro horas a trabajar me supone invertir siete horas de mi tiempo. Mataró está muy lejos cuando vives al otro lado de Barcelona. Desde que volví de las vacaciones de agosto no he participado en ningún concurso. Empecé con un concurso muy ambicioso de paisajismo y urbanismo en Medellín, Colombia. Y era "el encargado" del proyecto, los demás becarios estaban con otras cosas. Pero por temas burocráticos no nos pudimos presentar y toda la faena que hice hasta la segunda semana de octubre no sirvieron para nada más que para aprender. El proyecto se entregaba a finales de noviembre. Y desde que pasó eso, que fue un golpe duro al estudio, he estado haciendo cosas, pero no son las que hacía al entras, que fueron las que me gustaron. Siento que estoy perdiendo un poco el tiempo, porque siendo materialistas, desde antes de irme de vacaciones que mi portafolio no crece. Al no tener nada que entregar, ni estar en ningún proyecto, me siento más inútil. Ya hablé con el jefe de la posibilidad de trabajar solo dos días a la semana. Será lo que intentaré hacer hasta final de diciembre que es cuando cumplo los seis meses de prueba y hablaremos de contrato o de qué hacer. Estas últimas semanas he tenido que fallar porque o bien tenía que estudiar o bien había quedado para hacer trabajo. Por suerte nunca ha habido problema al pedir estos días libres, también supongo al no estar haciendo faena que tenga que ir en un calendario estricto. Cuando más desmotivado estoy pienso en dejar el estudio, aunque sepa que no sería la solución a todos mis problemas quiero pensar que sí, o que al menos me ayudará. Pero aguantaré, cueste lo que cueste, con la esperanza de un día mirar atrás y ver de lo que fui capaz de hacer.
Tampoco estoy siendo bueno con la familia, no colaboro en casa, cuando no es por una cosa es por otra, y se quejan con razón. Hago lo justo que me pertenece a mi, pero nada o casi nada de lo común... Otra cosa que odio de mi actitud es lo poco que estoy viendo a mi abuela, apenas un día a la semana, con suerte dos. Debería estar viéndola día sí día no. Lo mismo con mis amigos, amigos de verdad los cuento con los dedos de las manos. Es así. Algunos los veo en la universidad de vez en cuando. Y otros viven cerca pero no llegamos a tener todo el contacto que me gustaría, aunque muchas veces no sea por inconveniente mío sino suyo.
Este fin de semana se plantea relajado. Voy a intentar hacer faena y marcar un antes y un después en el transcurso del cuatrimestre, aunque haya cosas que ya están hechas y no se puedan mejorar

Hasta aquí mi reflexión de hoy, me da hasta vergüenza publicarla. No es mi intención que nadie la lea. Espero que yo, de aquí a algún tiempo pueda leerla y que se escape alguna sonrisa al ver que superé este momento y que finalmente todo salió bien. Mejor de lo que pueda parecer ahora el "que todo salga bien" y que quede como una anécdota más de estas cónicas de un estudiante de arquitectura...


"La vida es cuesta arriba, pero la vista es genial."

2 comentarios:

  1. Hola! me llamo Maria y curso mi cuarto año en la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
    Estaba en google buscando motivación y decidí escribir, en la busqueda, "estudio arquitectura y estoy desmotivada" y curiosamente tu blog apareció. Me parece un poco relajante y tranquilizante que alguien en el mundo comparte las misma preocupaciones o angustias que poseo. Entiendo que la profesión se presta para gastar al estudiante emocional y fisicamente. Espero que eventualmente puedas salir de este estado. Yo desde así desde enero y todavía nada. No sé si sea alentador pero cada vez voy de mas en peor... Nada no espero que me contestes pero por lo menos sabes que no estas sólo en tus angustias y espero que tengas encuenta que te falta menos que ayer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también lo he leído, es bueno saber que no soy el único, esta situación en muy dificil, solo desearles suerte, gané un poco de motivación aquí...

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.